Hoy eliminamos Parler, pero algún día tendremos que hablar de esto

Es la segunda vez que se aprieta el botón rojo para borrar del mapa una aplicación a gran escala. Y aunque hemos tenido otros muchos casos menores, este nuevo «experimento» ha sido de los más fulminantes tras la eliminación de los productos de Huawei.

Hace unas horas, a continuación de los incidentes en Estados Unidos, Google y Apple eliminaron la red social Parler de sus tiendas de aplicaciones. Un proyecto que se define así mismo como «Free speech platform. Speak freely and express yourself openly, without fear of being deplatformed for your views.»

Al margen de los motivos particulares – siempre lícitos ya que como empresas privadas tienen sus propias políticas, términos y por tanto pleno derecho de admisión – las consecuiencias y reacciones que provocan en el resto de la comunidad, en muchos casos por motivos que no están relacionados con el fondo del problema, merecen un debate en profundidad.

La puntilla la ha dado hoy mismo Amazon, que notificaba a Parler su eliminación de Amazon Web Services, su servicios en la nube.

A destacar lo absurdo de mencionar los 98 casos encontrados. Y es que podemos cruzarnos con miles de otros ejemplos en cualquier otra red social donde la moderación es, por la gran dificultad que entraña, cuanto menos arbitraria.

Al poco tiempo tiendas alternativas como APKmirror, y nosotros mismos hoy, procedemos a eliminar la aplicación de nuestras tiendas. ¿Esto es porque hayamos estudiado detenidamente la capacidad de Parler para moderar su contenido?, ¿porque tengamos datos sobre la proporción del contenido peligoso en esa red social?. No. Lo cierto es que el incentivo utilizado por las grandes tecnológicas – no necesariamente de forma deliberada, simplemente es inevitable – para influir en el resto de la industria es distinto, más prosáico y «perverso».

Pongo algunos ejemplos, siempre teniendo en cuenta que este es un caso extremo por las posibles consecuencas de no actuar contra el odio, pero para ilustrar lo interesante del debate.

Si el criterio de Google, Apple o Amazon está basado en la proporción del mal uso de la herramienta, podríamos tener la tentación de hacer algo similar prohibiendo tecnologías como el P2P, ya que objetivamente es un mecanismo por el que se produce una enorme cantidad de violación de derechos de propiedad intelectual. Cualquier cliente de torrent, buscador o página podría ser baneadas a discreción por su potencial uso ilícito.

También ocurre con la emulación, una enorme proporción de usuarios los utiliza para sortear la compra de títulos, pero los años han demostrado la aportación que supone para la conservación de la cultura de los videojuegos y al acceso a contenidos que de otra forma se perderían.

Claro, son casos muy distintos, probablemnete pienses que no llegaríamos a este tipo de acciones por temas de PI, pero esta «censura» ya se produce hoy en las grandes tiendas de forma totalmente subjetiva, y como decía antes, el motivo por el que desaparecen en cascada del resto de sitios no es por una cuestión de fondo.

El hecho es que nadie fuera del ecosistema que montan estas grandes compañías puede sobrevivir, nadie. La prohibición de un tipo de contenido, tecnología o aplicación es – inevitablemente – transitiva al resto de los productos de esas empresas. «Disculpa, si trabajas con esto no podrás monetizar con nosotros». Nadie pondría en riesgo decenas de empleos por mantener o si quiera estudiar la posibilidad de distribuir una determinada app online una vez se pronuncian.

Así que, cuanto menos, estos criterios deberían ser transparentes y terner algún tipo de vigilancia o verificacion fuera de las tecnológicas, ya que debido al tamaño y múltiples efectos de estas grandes plataformas no solo afectan a sus productos. Cual es el límite para cargarse Twitter porque sea utilizado por una comunidad concreta, quizá un cierto número de amenazas, de contenido ilegal no moderado, qué tiempo de respuesta se exige para considerar que actua de mala fe. Donde situamos la línea entre el peligro inherente de una herramienta, una plataforma o una App y el uso que hacemos de ellas.

Dado que no es una cuestión simple, no es descabellado mantenernos en unos mínimos hasta madurar la cuestión, como @gallir menciona aquí .

Porque si no hay consenso sobre si es apropiado eliminar una cuenta determinada, como podemos estar tan seguro de hacerlo a toda una plataforma.

Parece obvio que Parler supone un peligro, pero es probable que en un futuro tengamos que ponernos a trabajar en esto entre todos, sin asumir que es una cuestión interna de Google, Apple o Amazon. Porque esté justificado, como en este caso, o no lo esté en un futuro, la posibilidad de apagar un servicio a esta escala existe, ya se ha utilizado con disitintos motivos y bajo distintos gobiernos y posiciones.

De nuevo. odiamos dar malas noticias. Se que en cuanto termines de leer esto empezarás a sentirte mejor, recordarás que tú no crees en esas tonterías, que tú controlas tu propia vida y que te sientes mejor usando GPlay o la Apple Store. Pero tendrás que tomar una decisión y nuestro deber es insistir en la importancia de hacer uso de plataformas independientes y neutrales. Promocinar otras formas de acceder a tu información y aplicaciones.

Reclamemos el papel que historicamente le corresponde a Europa

Image by Craig Mayhew and Robert Simmon, NASA GSFC.

Que china y Rusia llevan tiempo trabajando duro en la «balcanización» de Internet no es nada nuevo. Lo que sí ha sido un golpe duro esta semana es ver cómo USA, abusando del dominio que Goole ejerce sobre Android, dispone de su propio botón para desconectar cualquier proyecto del resto del mundo, y está dispuesto a usarlo.

Las justificaciones políticas y el debate sobre quien es peor o más agresivo deberían estar al margen de un análisis «técnico», y de fondo, desde el punto de vista de los que amamos y vivimos de la tecnología. Cómo afecta esto al ritmo de desarrollo de la industria, a la cooperación entre compañías y países, a la implantación de plataformas y soluciones globales, a la promoción y desarrollo de estándares para que la tecnología sirva para dar mejores oportunidades a la gente y no como otro arma más de control.

Bien, el daño está hecho y ese es el nuevo escenario que tenemos, con Android tocado y Google como otra víctiva más. Así, el mundo espera que simplemente nos quedemos observando quien es el ganador, se hace con el arma definitiva y termine «cosechando» a los Europeos. Pero de toda crisis también surgen oportunidades.

La cultura integradora europea también debe tener un papel en el mundo de la tecnología. Nos coloca en una posición mucho mejor que otras compañías para servir de puente, para conectar comunidades, países y mercados.

¿Por qué habría de fiarse un farbicante de dispositivos Chino o un gran desarrollador Americano de un proyecto Europeo?, porque en realidad la actitud excluyente de las entidades que abusan de ellos está vacía y no les beneficia en nada, los motivos de este tipo de bloqueos desde un punto de vista técnico y de negocio son irrelevantes si eliminamos el factor político.

Y esto no es simplemente una postura, esta semana en Uptodown hemos tenido las que han sido dos de las reuniones a más alto nivel que nunca hemos realizado, con uno de los top 3 fabricantes mundial de móviles y con la comunidad de desarrollo más importante del mundo basada en USA. Ninguna de ellas promovidas por nosotros. Y aunque no tomamos parte – defendemos que la decisión de instalar una app gratuita y legal en tu propio dispositivo debe estar en el lado del usuario, no en manos de compañías ni gobiernos -, el ánimo de conducir a través nuestro gran parte de lo que se está bloqueando artificialmente por ambas partes es bestial.

Europa, sus emprendedores y compañías, deben reclamar el papel histórico que les corresponde, proponer soluciones con ambición y construir sus propias estructuras para reclamar un liderazgo justo del desarrollo tecnológico.

Nosotros, ya hemos empezado.

Cómo de jodido está Huawei sin Google

Los problemas de los fabricantes de móviles no se limitan a la potencial ausencia de Google Play o sus aplicaciones más famosas , también servicios de localización, de voz, asistente, notificaciones push, casting de video/audio… toda una serie herramientas e inteligencia con la que Google envuelve a Android y que Huawei debería construir desde abajo.

Aunque Google ha desarrollado Android aprovechándose del código libre de Linux, la compañía ha demostrado muchas veces que no comparte estos valores. La capa de software propietario que coloca sobre AOSP (Android Open Source Project) es lo que en relaidad hace que Android funcione como lo hace y al mismo tiempo lo vacía.

Es probable que esto quede en nada, el hecho de que China sea el mayor acreedor de USA o que pueda acabar con la cadena de producción de prácticamente la totalidad de los productos diseñados allí es suficiente para que esto se diluya, pero el daño a Huawei ya está hecho. Con todas las noticias que el consumidor leerá hoy tendrá que decidir si comprar un Huawei con dudas sobre futuras actualizaciones del sistema operativo, si contará con parches de seguridad o si vendrá con un ecosistema de apps capado.

Pero lo más grave es que el daño también está hecho a Android. Que Google se convierta en el «brazo armado» de una administración tiene consecuencias:

– Da pie a la conspiranoia que rodea a una empresa tan grande. Nos falta mucha información, pero precisamente que sea una decisión administrativa, sin muchos detalles de cómo funciona la defensa de Huawei aquí o la falta de objeción alguna sobre la prohibición de usar sus servicios fuera de USA, hace que la postura de Google tomando parte sea una mala idea.

– Extiende el temor entre otros fabricantes comprometidos con Android. ¿Qué garantiza que no ocurra lo mismo con Oneplus o con Xiaomi?. Google está tirando por el retrete la idea de un proyecto transnacional, abierto y global que pueda servir a cualquier otra compañía al margen de la política.

– Pone en duda la viabilidad de casi cualquier empresa basada en Android, que ahora va a depender de la decisión de una sola compañía. Es más, qué corurriría si esta arbitrariedad llega a otros servicios como las búsquedas.

Siempre lo hemos dicho, Google Services es suyo y se lo cargan como quieren, pero creo que cuando te apoyas en la comunidad, y tanto depende de tan pocos, hay un punto de responsabilidad extra. Mal Google.

Por último, para ser justos, el hecho de que los fabricantes de móviles se hayan dedicado estos últimos años a bloquear sus bootloaders, no liberar sus drivers o dar soporte a distribuciones libres como Lineage les han colocado en esta situación de dependencia absoluta.  También los desarrolladores tienen buena parte de culpa, llevamos años advirtiendo de que es bueno que existan alternativas a Google Play, que cuantas más opciones mejor para el consumidor, pero aún hoy algunos se empeñan en tener sus Apps sólo en Google Play.

Por suerte, lo que nos ha demostrado la historia reciente con este tipo de decisiones proteccionistas y que sólo buscan encerrar al usuario en sus plataformas y mercados, es que generan un movimiento precisamente en contra de los que las toman. Sólo esperamos que aunque afecte a Google, un Android más libre y abierto salga reforzado de aquí.

[Libro] Presiones humanas, impactos ecológicos, respuestas sociales: Relaciones entre hombre y naturaleza

Inspirador relato que va más allá del profundo impacto que causa el humano en la naturaleza.

Genial formato y estructura que le permite a Jaime Rodríguez hacer recorrido no solo exhaustivo – desde lo más cercano hasta una escala planetaria – si no accesible y ameno de nuestro paso en el curso de la historia geológica y biológica.

Una lectura que nos hace conscientes de nuestro papel dentro de la compleja estructura de la naturaleza.

El esfuerzo por concentrar en sus 300 páginas su visión integral de esta relación entre hombre y ecosistema funciona. No solo encontrarás un acertado análisis de problemas y causas, también una visión realista y cercana de cómo nos afecta la presión que ejercemos sobre el planeta, un caso práctico muy didáctico relacionado con la agricultura intensiva en Almería, detalles sobre el desarrollo sostenible, la tragedia de los recursos comunes, relación del medio ambiente con el bienestar humano e incluso respuestas sociales, acciones y estrategias para reaccionar a todo esto.

Un cóctel que añade una dimensión ética al análisis ecológico y un delicioso regusto optimista y de esperanza acerca de nuestro futuro.

Fuente: https://www.goodreads.com/book/show/42390971-presiones-humanas-impactos-ecol-gicos-respuestas-socialesv

 

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Evolución BBVA SUR

Foto ETSI Informática UMA @InformaticaUMA

Quince años desde que con @pepedom pusimos en marcha esto, un espacio para dar más oportunidades a desarrolladores y usuarios de aplicaciones.

Hoy es más fácil – y en muchos casos posible donde antes no lo era – publicar y acceder a aplicaciones desde cualquier lugar del mundo gracias a Uptodown. En este tiempo hemos ayudado a 5.500 millones de personas a encontrar y descargar apps con un simple clic y permitido a miles de desarrolladores poner en marcha sus proyectos sin limitaciones y compromisos.

Gracias a todos los que nos han acompañado hasta aquí, nuestro equipo, colaboradores, medios y otros proyectos que comparten nuestra visión.

Bonus track, aquí sale gente guapa:

El debate sobre la arrogancia de Silicon Valley

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Nota: Artículo «La batalla que librará Silicon Valley en el Mobile World Congress 2018» publicado el día 23 de Febrero en el diario Económico CincoDías.

Siempre es así, es difícil ver las señales del cambio. Hoy vivimos, sin percatarnos de ello, una etapa crucial en el desarrollo de la industria móvil que puede deteriorar gravemente nuestra relación con la tecnología en el futuro.

Un momento a la altura de la aparición de internet, donde afortunadamente se establecieron sólidos pilares, como los principios de neutralidad de la red, que han permitido desarrollar un espacio de libertad y oportunidades que hoy poca gente cuestiona.

Hace unos días Bill Gates advertía a Sillicon Valley que evitara convertirse en el nuevo Microsoft (2018, Interview with Axios: Bill Gates warns Silicon Valley not to be the new Microsoft), esto es, procurara no desarrollar una política arrogante, injusta, que desemboque en prácticas monopolísticas y que estaría en el límite de forzar la intervención de gobiernos.

Y aunque es cierto que últimamente está de moda atacar Silicon Valley, hablar de la toxicidad de su cultura o cómo han perdido su encanto los emprendedores y startups – una contradicción que se pone de manifiesto cada vez que leemos cuantos quieren imitarlo y cómo nos apresuramos a nombrar nuestra ciudad como el nuevo “Valley” de la región – esta vez las señales del peligro que corremos, como consecuencia de la lucha sin medida por el control del espacio móvil en compañías como Facebook, Google o Apple, están por todas partes.

En ocasiones son cuestiones tan obvias como la última sentencia de  la comisión europea, que incluye una multa récord de 2,42 mil millones de euros por abuso de posición al buscador, o la concentración y anormal reparto de las cuotas de mercado en publicidad móvil por el duopolio Facebook/Google.  Pero otras veces se trata de movimientos más sutiles relacionados con el control que hacen de internet en el móvil compañías como Google.

Antes de entrar en el detalle acerca de qué está ocurriendo en Mountain View, diré que una lista de agravios igual de extensa puede hacerse de cualquier otro integrante del bloque GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon), y que sin duda obvio otras muchas contribuciones positivas que han hecho durante estos años ya que estas no representan un problema.

Algunos ejemplos de estas malas prácticas son desarrollos como AMP (Accelerated Mobile Pages) que menoscaban estándares que ya cubren perfectamente las necesidades para las que se han creado, conceptos como las Instant-Apps que nos vinculan inevitablemente a sistemas propietarios, toda clase de elementos arbitrarios que no son marcados como publicitarios en resultados orgánicos del buscador y degradan la libre competencia (widgets, paneles, snippets), bloqueos por motivos de “seguridad” injustificados que afectan al índice en Google, limitaciones al acceso a herramientas en sus navegadores móviles (por ejemplo no permitiendo la instalación de adblockers en Chrome para Android), control de Android vía servicios de Google Play, acuerdos poco transparentes con fabricantes de smartphones  (EU Antitrust: Google abused its dominant position by imposing restrictions on Android device manufacturers), utilización interesada de conceptos y tecnologías open-source, políticas arbitrarias en todo tipo de productos en publicidad online a los que no hay una alternativa real… por no mencionar temas de privacidad y utilización de los usuarios como mercancía.

Ahora bien, hay margen para poner en marcha soluciones, no estamos ante un escenario catastrófico inevitable. Es cierto que nuestros móviles son dispositivos muy intervenidos y parten de una posición que nunca ha sido neutral, pero tenemos la opción de no alimentar al monstruo. En este primer nivel de responsabilidad es decisión nuestra como usuarios apostar por servicios abiertos que nos ofrezcan mayor libertad.

En  ocasiones son gestos tan sencillos como elegir nuestras aplicaciones. Requiere muy poco esfuerzo descargar Firefox de Mozilla, organización cuyo único ánimo es defender una web abierta, en lugar de Chrome. Quizás debamos probar Telegram además de Whatsapp, esta última propiedad de Facebook, que tiene en su haber 4 de las 5 aplicaciones más descargadas del mundo. O por ejemplo hacer uso de plataformas que nos permitan instalar aplicaciones sin restricciones artificiales o que comprometan nuestra privacidad, que faciliten el trabajo entre plataformas en lugar de levantar muros que limitan nuestra capacidad de elección.

Al mismo tiempo, los que trabajamos en la industria móvil, tenemos la responsabilidad de luchar cada día para dar más poder a los usuarios, liberarlos en la medida de nuestras posibilidades de estos ecosistemas cerrados y desarrollar herramientas más justas donde la relación entre la tecnología y las personas ofrezca mejores oportunidades.

Por último, el papel más importante de este reparto está reservado para los héroes, los integrantes de un movimiento creciente que incluye los defensores de Internet y la tecnología como servicio público, activistas de la web abierta, particulares y organizaciones cuya labor es educar sobre la importancia de las políticas online, nuestros derechos digitales o la defensa de la necesaria libertad individual y privacidad en la red.

Así, en unos días veremos una nueva demostración de esta contienda en Barcelona, en el Mobile World Congress. Un espectacular escenario (con más de 6.100 consejeros delegados, 3.500 medios de comunicación y un impacto económico, según análisis de los organizadores, de 465 millones de euros en su última edición) donde estaremos todos; los gigantes tecnológicos destinados a convertirse en el nuevo Microsoft, los usuarios, probables víctimas de la arrogancia a la que alude Bill Gates y, espero que también, algunos de los que serán héroes en esta próxima etapa de la historia de la tecnología.

Los 2,42 mil millones de euros no son el premio

 

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Imagen por KylaBorg

 

En la sentencia de la comisión europea por abuso de posición a Google hay dos pequeños apuntes a los que poca gente ha prestado atención. Android y Adsense son el premio gordo:

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¿Qué está ocurriendo con Google?

Es esencial discernir si Google es un caso especial que justifique la intervención.

Desde el punto de vista orgánico y en lo que se refiere a comercio electrónico no hay caso. La cuestión que aborda Sistrix es correcta, principalmente si atendemos a la posición de Amazon en Google.

El asunto se complica si hablamos de espacios pagados. Imagina que es Google quien compra esos espacios publicitarios para sus propios productos. Se los está comprando a ella misma en base a un sistema de puja totalmente opaco. ¿Qué precio se aplica?, ¿Es justo para el resto de compradores?.

Incluso imagina que directamente no marca estos espacios como publicidad, no son orgánicos, tampoco están a la venta… bienvenido a Android. Prueba a hacer la búsqueda de cualquier App en móvil y verás alguno de sus creativos widgets apuntando a su servicio Google Play en la posición cero.

¿Se reduce el abuso entonces a un tema de marketing online o a una cuestión meramente relacionada con el tamaño de la compañía?.  No, también hay factores cualitativos. El más importante es que el móvil no es una plataforma neutral – como ocurre en el escritorio – está profundamente intervenido por Google, que erosiona la industria con un doble discurso en cuanto a estándares y otras tecnologías en apariencia abiertas -.

A esto tenemos que añadir que allí, en el espacio móvil, no solo proporciona búsquedas, también vende publicidad, en muchos casos dispositivos, controla el sistema operativo, navegador, aplicaciones vía Google Play… y ahora también vende directamente contenido.

No tenemos ningún precedente parecido, ni por tamaño, ni por el control que puede ejercer sobre la información que consumimos. La cuestión que debemos plantearnos es si Google es solo una empresa más o debe asumir alguna responsabilidad debido a la tremenda relevancia de lo que ordena.

Si es lo primero – opinión que entiendo -, fin de la discursión. El producto es suyo y se lo follan como quieren. AKA:

En otro caso y si se quiere entrar en el fondo del asunto, ni la comisión europea ni aquellos que no trabajan en las proximidades de las cloacas de Google – liberales o no – entiende el problema.

Descifrar la estrategia de Google estos últimos años requiere estudiar la continuada degradación y control de internet a través de tecnologías como AMP o InstanApps, toda clase de elementos arbitrarios no publicitarios (widgets, paneles, snippets) sobre resultados orgánicos, bloqueos por motivos de seguridad injustificados que afectan al índice, limitaciones al acceso a herramientas en sus navegadores móviles (ej. no permitiendo adblockers), control de Android via servicios de Google Play / fabricantes, utilización interesada de conceptos y tecnologías open-source, políticas arbitrarias en todo tipo de productos en publicidad online a los que no hay una alternativa real… por no meternos en temas de privacidad y utilización de los usuarios como mercancía.

Un problema muy complejo que no se resuelve de forma simplista bajo el lema «los consumidores los eligen, todo vale».

El inevitable asesinato del humanismo a manos de la tecnología

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Imagen por Pascal Böhme

Hace unas semanas tuve la suerte de leer, antes que nadie, parte del próximo libro de Jaime Rodríguez (lee aquí su último manifiesto). Su nueva guía para problemas ambientales, donde juega con la idea de llevar más allá el método científico, tocando temas en los límites de su disciplina e introduciendo algunas chuladas como el papel – seamos pesimistas u optimistas – del factor tecnológico dentro del ecosistema.

 

Salvando las distancias – el trabajo de Yuval Noah es irregular y tiene un propósito más general y superficial –  tengo que recomendar dos títulos que deberían ser obligatorios en algún momento de la educación de nuestros niños:

Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidadHomo Deus: Breve historia del mañana.

Y es que Yuval Noah Harari hace una cosa muy bien, abstraerse y tomar distancia vía su teoría de la realidad intersubejtiva respecto a temas como la política, economía, nacionalismo y religión – imagino que ayudado por su afición a la meditación vipassana-.

Si el repaso a la historia en su primer libro es absorvente, en el segundo es una delicia descubrir su visión de progreso asociado a las políticas que no sean meramente reactivas y su fuerte relación con la tecnología en el el último milenio. Un golpe de pura perspectiva donde leer El Capital es tan inutil para resolver nuestros problemas como leer La Biblia en el contexto de cambio tecnológico, laboral y político en el que estamos.

En el apartado de proyecciones y tecnología, me interesa su idea de separar inteligencia de consciencia y relativizar nuestra supuesta superioridad.

Yuval dibuja la consciencia como un «módulo» más, igual que puede ser nuestra capacidad de cálculo matemático, pero cuyo fin es crear historias. Historias montadas además a cualquier precio – debemos justificarnos – y que eso sí, en el caso del Sapiens manda sobre el resto de capacidades.

Los relatos de nuestros padres y abuelos, la cultura que consumimos, libros y películas alimentan este generador de historias que nos hacen a nosotros mismos. Un sistema, este del Sapiens, flexible y que se adapta a nuestro entorno y tiempo en el que vivimos ayudándonos como especie a cooperar en gran número.

Esta única idea divide el problema y facilita entender la inteligencia artificial al margen de la consciencia, que para nosotros ha sido útil pero que para un coche autónomo o una máquina que informe imágenes radiológicas es prescindible.

En cualquier caso tengo que recomendar Homo Deus. Una obra que explica muy bien, si nuestro ecosistema lo permite, cual es el trágico destino de nuetro credo actual, el Humanismo Liberal (y esto incluye todas las corrientes de pensamiento actuales que creemos muy diferentes) .

Sobre la otra recomendación de esta entrada, la de Jaime Rodríguez, entraré en detalles más adelante – y una vez publicada – para evitar spoilers :).

La batalla por el control de tus Apps

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Foto por Antti T. Nissinen

Google acaba de anunciar en I/O 2017 que permitirá el  bloqueo de aplicaciones en terminales root vía Google Play (XDA: SafetyNet Exclusion is Actually a New Feature in the Google Play Console) .

Hasta ahora habíamos visto esta restricción en casos muy contados. Sí, productos donde la seguridad es una cuestión de vida o muerte tales como Pokemon Go o Netflix ¿?.

Nos parezca bien, o no, dejar fuera de juego a todo el que quiera tener el control de su terminal – un clásico donde la seguridad sirve de excusa para limitar nuestra libertad – a Google la idea le ha gustado y será un criterio más para bloquear Apps en la nueva consola de desarrolladores de GPlay.

En la misma línea Google sigue trabajando duro para promocionar sus instant Apps, la siguiente evolución de su concepto de aplicación, esa donde ya no tendrás que instalarlas ¡maravilloso!. Un proceso poco transparente, controlado por su entorno propietario, que se mete en el terreno de la web, ahonda en la dependencia de Google Services y la pérdida de control por parte de los desarrolladores (Instant Apps is unnecessary and will hurt development with a proprietary environment from Google Play).

En paralelo a todo esto, ellos siguen con el mazo listo para premiar cualquiera de sus estándares también en la web, AMP (KILL GOOGLE AMP BEFORE IT KILLS THE WEB / Google May Be Stealing Your Mobile Traffic) o las Progressive Web Apps (We don’t have to make the web great again, it has been always great ).

Ya se que todo esto no es nada nuevo, desde hace años Google entierra cualquier rastro de otras fuentes de aplicaciones en sus resultados de búsqueda – entiendo que necesita un empujoncillo ya que no es suficiente con obligar a fabricantes a instalar su  productos Antitrust: Commission sends Statement of Objections to Google on Android operating system and applications – , pero no deja de sorprenderme el doble discurso donde utiliza conceptos y tecnología open-source para plantear estrategias cada vez más cerradas.

Solo espero que Google se de cuenta, antes de que sea demasiado tarde, de que esos dominios ya tienen un rey «Apple», y que lo que les ha traido hasta aquí, su cultura libre y abierta, es en realidad su mejor arma.