Google, Apple y nuestra conciencia tecnológica.

Son los tres responsables de que nuestros móviles se parezcan más a la Televisión que al espacio de oportunidades de Internet en los 2000 o la Informática de los 80.

Esta semana, gracias a documentos hechos públicos en sus respectivos juicios antimonopolio, sabemos que ambas compañias vuelven a mentir con fines muy similares: convertir la industria móvil (y colateralmente Internet) en otra «televisión» controlada por un par de grandes compañías.

Y hay que reconocerles que ambos son muy buenos en esto, lo que aquí llamaríamos unos suavones de cuidado. Su estrategia de «divide y vencerás» va liquidando sin descanso derechos, minando estándares, cerrando plataformas y socavando tecnologías que ofrecían más oportunidades a los usuarios. Y lo más admirable es que lo hacen con un buen número de estos usuarios alabando cuanto hacen por la comunidad, por el rendimiento de la web, por la «seguridad», por los desarrolladores o por los mismos proyectos de código abierto que en realidad dinamitan.

Digo bien, derechos. Derechos adquiridos que por ser nuevos no son menos, como la capacidad de decidir la fuente de nuestras aplicaciones o elegir el software que podemos o no utilizar en nuestros propios dispositivos y equipos. La fórmula para conseguir esto casi siempre es la misma, o una contraprestación tramposa o una supuesta amenaza a la seguridad. Todos estamos muy cómodos y tranquilos cuando las grandes tecnológicas controlan lo que podemos consumir, al menos hasta que demuestren mala fe. ¿Considerarías que esto ha ocurrido ya?, ¿Crees que es adecuada la confianza que depositamos en ellas?, ¿En las iniciativas y proyectos que proponen?. Aquí es donde nos la jugamos, el listón lo marca tu conciencia tecnológica.

Antes de ir al grano. Ya sé que, por mucho que insista desde este insignificante blog en lo que yo crea que está pasando con nuestro futuro, no os convenceré de nada. La única solución es cultivar nuestra conciencia tecnológica a través de la educación, del mismo modo que desarrollamos una conciencia social o ecológica con el tiempo. No me refiero a la conciencia tecnológica teórica, la que se preocupa el despempeño de la IA, sus sesgos o el humanismo en la tecnología. Basta con que una buena parte de la población aprecie su privacidad, su libertad y ponga en valor que la tecnología no solo dirige nuestra economía, también nuestras vidas y por tanto nuestro futuro.

De cualquier forma, y aunque sirva de poco, aquellos que estamos dentro de sistema tenemos la obligación moral de intentar explicar qué ocurre y qué consecuencias tendrá seguir por este camino.

Como os decía, desde hace un tiempo podemos afirmar sin ninguna duda, abiertamente, sin exagerar y objetivamente que Apple y Google nos mienten. Así, deliberademnete. Un par de hechos que acaban de ocurrir.

Esta semana la Jueza Yvonne Gonzalez Rogers pedía a Apple que cumpliera sin dilación con la orden de permitir opciones de pagos de terceros en su tienda (https://www.theverge.com/2021/11/9/22773082/epic-apple-fortnite-lawsuit-ruling-injunction-stay-app-store-anti-steering-rules). Ya desde hace meses Apple viene llorando por las esquinas por esta decisión, en eventos o a través de represalias contra Epic que definitivamente no podrá estar en la Apple Store durante años.

Entre otras perlas, respondiendo a la orden, Apple argumenta que «It is exceedingly complicated» (ojo, una de las compañías más grandes y con más recursos del mundo) , «There have to be guardrails and guidelines to protect children, to protect developers, to protect consumers, to protect Apple», «We believe that these changes, if Apple is forced to implement them, will upset the platform. They will harm consumers. They will harm developers. That is a fact. It is going to happen»! junto con menciones en sus eventos de lo peligroso que es el sideloading de Apps, la instalación de una App desde fuera de su propia tienda: https://9to5mac.com/2021/11/03/comment-apples-rant-against-app-sideloading-on-ios-contradicts-itself-thanks-to-macos/.

Aquí viene lo más curioso de este asunto.¿Quien permite todo esto?, el mismo Apple en sus Macs. Es más, es permitido por absolutamente todas las plataformas, fabricantes, sistemas operativos, ordenadores y servidores desde hace más de 50 años. Solo se trata de implementar algo que ya hacemos los demás, permitir elegir. Tienes dos opciones, creer que no lo hacen por la titánica tarea de añadir un método de pago debido a su limitados recursos,o porque simplemente no les permitiría comisionar TODA transacción que se produzca de cualquier producto, app o juego.

Y no solo comisionarlas, también decidir por ti si tienes derecho a acceder a ese contenido. Existen precedentes tanto en Apple como en Google de aplicaciones que no pueden acceder a su tienda por las más caprichosas políticas. Ejemplo, porque consideran que ya hay demasiadas de un tipo o directamente porque sean competidores. Suerte defendiéndote sólo contra Google Play.

En cuanto a Google, ya en su día lo denunciábamos aquí https://luishg.com/2018/02/23/el-debate-sobre-la-arrogancia-de-silicon-valley/. Explicábamos que se dedicaba a desarrollar estándares y tecnologías que perjudicaban la red, la distribución de aplicaciones y el desarrolo modelos de negocio al margen de su publicidad. Hoy, años después, se demuestra que teníamos razón, que mentían.

Pongamos como ejemplo su iniciativa AMP. Que pretendía, en pro del supuesto rendimiento y la web abierta, pasar todo contenido por sus servidores, regular el rendimiento a su antojo, desviar buena parte de los ingresos de publishers e impedir el acceso a productos publicitarios fuera de su control (header bidding): https://wptavern.com/amp-has-irreparably-damaged-publishers-trust-in-google-led-initiatives

«When Google received a demand for a trove of documents from the Department of Justice as part of the pre-trial process, the company was reluctant to hand them over. These documents reveal how Google identified header bidding as an “existential threat” and detail how AMP was used as a tool to impede header bidding.»

De nuevo, cómo trabajan desde sus particulares cloacas:

«In summary, it claims that Google falsely told publishers that adopting AMP would enhance load times, even though the company’s employees knew that it only improved the “median of performance” and actually loaded slower than some speed optimization techniques publishers had been using. It alleges that AMP pages brought 40% less revenue to publishers. The complaint states that AMP’s speed benefits “were also at least partly a result of Google’s throttling. Google throttles the load time of non-AMP ads by giving them artificial one-second delays in order to give Google AMP a ‘nice comparative boost.‘”

La cadena de confianza se ha roto. No es de extrañar que recientemente nos preocuparan los cambios de formato de archivo para la distribución de Apps en Google Play (Bundles), con los que pretenden dificultar la libre distribución de aplicaciones con el falso pretexto de ahorrarte unos KBs: https://luishg.medium.com/google-is-turning-android-into-ios-and-getting-full-control-over-devs-to-save-you-some-kbs-9e11b5f709f.

En definitiva, si asumimos que desde hace tiempo la innovación de estas compañías se centra principalmente en destruir su competencia de forma desleal y perjudicial para cuaquier otro que no sean ellos mismos. ¿Cómo podemos confiar en sus futuras iniciativas?. ¿Vamos a dejar que sean ellos los que definan lo que está por llegar?, ya sea el «Metaverso», la «Web 3.0» o cualquier otro espacio que nacería con su esquema mental limitado, centralizado, «seguro» y «eficiente».

Confío en que para entonces estemos preparados y hayamos hecho nuestro trabajo, educar en la única herramienta capaz de cambiar esto: nuestra conciencia tecnológica.

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