Cuando ya nos habían convencido de que lo mejor para gestionar nuestra privacidad, seguridad, identidad online, contenidos o incluso aplicaciones era dejarlo todo en manos de una única compañía que nos trate como a niños. Viene Elon Musk y nos revela la triste realidad, lo frágiles que son los servicios centralizados o en manos de monopolios. Aquellos que se proclaman guardianes de la información, los gatekeepers.
Elon es lo mejor que nos ha pasado en años. Pongamos como ejemplo la reciente e infructuosa migración de usuarios fuera de Twitter. La confusión entre los migrantes es total, la mecha la prende la idea de que estás al albor de unos pocos que deciden por ti. Tras años contruyendo tu audiencia, refinando tus contactos, de forma caprichosa todo esto puede cambiar de manos, cambiar de condiciones o directante desaparecer.
No huimos de Elon, huimos de una forma de entender la tecnología contraria a lo que significa Internet y la informática desde su fundación. Elon me da igual, quiero tener la posibilidad de seguirle, comos al mismísimo Trump o a cualquiera sin ninguna limitación de un tercero. Ese no es el problema, tampoco la moderación o el sesgo político de otras redes.
A esta confusión se suma la desconexión total entre usuarios y tecnología, otro gran logro de estos gatekeepers. El razonamiento que nos proponen; ¿Por qué molestarnos en entender cómo funcionan las cosas?, lo de menos es que sea lo correcto. Desconocemos lo más básico del funcionamiento de estos servicios, sus protocolos, los algoritmos o intereses que hay detrás de ellos. Una combinación perfecta para evitar cualquier disidencia.
El intento de autoorganización es inutil con usuarios que se mueven como pollos sin cabeza.
- No somos capaces de entender cual es la propuesta de Twitter. «Volvamos a X red social» cuando estas otras no comparten lo más básico, la relación no reciproca entre usuarios y la emisión pública de textos.
- Sin entender que sustituir Twitter por cualquier otra red centralizada tiene el mismo problema y puede acabar exáctamente igual. Lo relevante es la tecnología sobre la que se contruye, protocolos abiertos, su grado de descentralización, etc. no cual está de moda.
- Sin entender la importancia de la interoperabilidad para no quedar atrapados de nuevo o permitir la diversidad en todas direcciones.
- Con una capacidad nula para realizar los procesos más simples como registrarte o elegir servidor dentro de una red federada. Somos discapacitados digitales de facto.
- Sin interés por informarnos por nuestra cuenta. Elegir un servidor en una red federada solo afecta a la moderación de tu contenido, no es tu club, no es tu grupo ni tiene que reflejar tus intereses. Si fuera técnicamente posible simplemente cada uno sería su propio servidor.
- Sin entender que más redes, más tiendas de aplicaciones o más sistemas operativos no restan ni significa que deban ser excluyentes. Qué importa que no llegue el año de Linux en el escritorio, que se lo digan a quien disfruta de una SteamDeck. El éxito es que no nos cierren la puerta. Sí, el trabajo de los guardianes como Google, Apple es exclusivamente cerrar la puerta, encerrarte en su jardín, liquidar y ahogar cualquier competencia. Siempre ha sido así, una estregia probada y que repite una y otra vez (ataques deliberados y malintencionados a todo tipo de estándares).
Y así con una larga lista de pecados que nos ha convertido en auténticos inválidos funcionales en la red, el rebaño perfecto de los gatekeepers. Un camino de ignorancia que hemos tomado por comodidad y que no es fácil desandar. Hoy la tecnología no es un capricho, es la economía, es la posibilidad de desarrollarte, es el mayor ascensor social que jamás ha existido, es tu identidad, es la libertad estúpido y la estamos menospreciando asumiendo el discurso interesado de los monopolios.
Optimismo ninguno. La culpa no es de Elon Musk, de los monopolios, de los billonarios ni de los del otro bando. La culpa es nuestra, como individuos, que decidimos seguir pensando que no merece la pena complicarnos, que no tenemos por qué estar informados, que tenerlo todo masticado es un derecho y que justifica quedanos como estamos, al lado de nuestros guardianes, Google y Apple. Suerte ahí fuera.